La magua
Las manos de mi abuela
Son gruesas y rugosas.
Parecen la corteza de un árbol.
Yo las miro mientras lavan los platos
o cuando descansan sobre la mesa.
En ese instante,
Parecen abrazarse y acariciarse
Como dándose consuelo.

























Las manos de mi abuela
Son gruesas y rugosas.
Parecen la corteza de un árbol.
Yo las miro mientras lavan los platos
o cuando descansan sobre la mesa.
En ese instante,
Parecen abrazarse y acariciarse
Como dándose consuelo.